Los sistemas fotovoltaicos son una gran inversión para los usuarios que buscan una opción más sostenible y económica para la generación de energía eléctrica.
Sin embargo, adquirir un sistema solar es una decisión importante, ya que implica una inversión a largo plazo y un compromiso con la creación de energía renovable. Uno de los mayores beneficios de tener un sistema fotovoltaico en el hogar o en la empresa es el retorno de inversión a largo plazo.
En promedio, un sistema fotovoltaico de interconexión tiene un retorno de inversión de alrededor de 5 a 7 años, dependiendo de la cantidad de energía que se use y la estructura de tarifas de energía regionales. Además, una vez que se recupera la inversión inicial, el sistema de energía solar proporcionará energía eléctrica gratuita por muchos años, lo cual se resume en una gran rentabilidad.
Para asegurar que el sistema fotovoltaico continúe siendo una inversión rentable y duradera, es importante considerar el mantenimiento preventivo, ya que no sólo permitirá que el sistema funcione adecuadamente durante muchos años, sino que también ayudará a mantener su validez en las garantías que vienen de origen.
Uno de los mayores problemas que enfrentan los sistemas fotovoltaicos son las descargas eléctricas. Una descarga, ya sea de la red eléctrica pública o una descarga atmosférica, puede causar graves daños en los equipos. En caso de una falla o daños causados por estas sobretensiones, las reparaciones pueden ser costosas, y en casos más graves, pueden incluso descalificar el sistema para las garantías del fabricante.
Según los datos de incidencias que tiene nuestro equipo técnico, se puede decir que hay una alta probabilidad de sufrir una sobretensión en el transcurso de la vida útil del sistema solar. Para minimizar estos riesgos y proteger la inversión, se recomienda utilizar dispositivos de protección eléctrica, especialmente los supresores de picos transitorios de voltaje y los protectores contra descargas atmosféricas.
Los supresores de picos transitorios de voltaje son ideales para proteger los picos de energía que llegan a través de la red eléctrica pública.
Además, los protectores contra descargas atmosféricas son altamente recomendables para proteger el sistema en caso de una descarga eléctrica directa. Existen muchos tipos de productos de protección eléctrica en el mercado, pero los supresores de corriente directa y alterna de la marca Delta LA302DC y LA302R son una excelente opción para los sistemas fotovoltaicos.
Estos dispositivos están diseñados específicamente para sistemas solares y complementan de manera efectiva los protectores contra sobretensiones de corriente directa y los protectores contra descargas eléctricas.
Es importante tener en cuenta que estos dispositivos funcionen correctamente, también es necesario utilizar el componente de tierra física para el sistema. Un sistema correcto ayudará a prevenir daños en los equipos que se encuentran conectados en la instalación de energía solar y a reducir los riesgos de descarga eléctrica a los usuarios.
En resumen, un sistema fotovoltaico puede ser una gran inversión a largo plazo y un método rentable para producir energía sostenible, pero es importante recordar que estos sistemas necesitan mantenimiento y protección para prolongar la vida útil y maximizar la rentabilidad.
Es fundamental proteger los equipos de los efectos de las sobretensiones eléctricas y descargas atmosféricas, y los supresores de picos transitorios de corriente directa y alterna son dispositivos de protección recomendables y efectivos que deben ser considerados para instalar en cualquier sistema fotovoltaico.
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Ing. Carlos Chaparro
Product Manager| SYSCOM®
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