Los humanos convivimos cada vez más con máquinas y mediante avances médicos tecnológicos, algún día nuestro cerebro podrá ser mezclado con internet. Las máquinas cada día presentan más características humanas: hablan, piensan y reaccionan ante estímulos. Aunque la fusión entre humanos y máquinas no existirá por completo hasta dentro de unos 100 años, los rasgos de ambos, hoy en día, ya se están entrelazando.
Muchos se preguntan por los cambios económicos y las principales áreas laborales que se verán afectadas por estos avances tecnológicos. La realidad es que los humanos valdrán por su capital intelectual, talento, criterio, creatividad y liderazgo. Los trabajos que las máquinas nunca podrán realizar son aquellos que no sólo requieren de pensar, sino que necesitan del análisis con criterio, de las relaciones humanas y de la capacidad de hacer excepciones. Por ejemplo, aquellos quienes realizan labores únicas con cada uno de sus clientes y utilizan sus características humanas para entregar valor, como los corredores de bolsa, abogados, plomeros, electricistas, ingenieros o cirujanos. En conclusión: los trabajos del futuro no dependerán del rol o de la profesión, sino de la forma en que se aplique el razonamiento humano en las labores. ¡Sí, necesitamos de personas más inteligentes que utilicen el razonamiento en todo momento!
El año 2018 marcó el inicio de las redes que piensan, reconocen patrones, procesan información de manera instantánea, tienen la visión completa de la infraestructura de los negocios y con ello toman decisiones en menos de un segundo. Las empresas que tempranamente adoptan nuevas tecnologías ya están utilizando este tipo de redes que permiten la administración de forma automatizada.
A pesar de las increíbles características que presentan estas redes, para mantenerse al día con la transformación digital, no basta con tener el hardware y software más avanzados. ¡Se necesita gente! Expertos en innovación y automatización, personas analíticas que entreguen percepciones valiosas, provenientes de las capacidades humanas para resolver problemas y abordar temas con criterio, talento y excepciones. Por ello, la industria de TI ofrece cada día más servicios brindados por personas expertas para complementar las soluciones tecnológicas más avanzadas, con las características humanas necesarias y así lograr los resultados deseados.
Los servicios profesionales y técnicos que entregan las empresas de TI son de gran valor ya que en sus manos recae el éxito del provecho que se obtiene sobre la transformación digital, nuevas infraestructuras y modelos. Por más que las organizaciones cuenten con los equipos más avanzados, si no cuentan con las capacidades humanas necesarias para acompañar desde el diseño hasta la implementación y optimización de las soluciones, difícilmente obtendrán los resultados deseados. Las características del capital humano de las empresas de TI aunadas de la mano con sus sistemas y procesos para explotar sus conocimientos, son el principal factor para evaluar cuando se está buscando una guía para aprovechar al máximo las soluciones a implementar o ya implementadas.
Dentro de las aplicaciones más comunes de este tipo de redes, Allied Telesis® comenzó a desarrollar herramientas para la gestión de redes autónomas hace varios años. Dos destacados ejemplos son: Autonomous Management Framework (AMF) y el Autonomous Wireless Controller (AWC), ambas herramientas ahorran tiempo y costos al reducir la cantidad de esfuerzo manual requerido para operar una red empresarial.
Las máquinas podrán ser más rápidas, ágiles o inteligentes pero difícilmente lograrán eliminar el valor que proviene de las capacidades humanas. Siempre se necesitará de expertos que implementen, guíen, aconsejen, manejen y optimicen los sistemas tecnológicos.
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Ing. Adrián Díaz
Product Manager | SYSCOM®
Mail: adrian.diaz@syscom.mx
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