El pararrayos es un elemento cuyo objetivo es atraer un rayo ionizado del aire para conducir la descarga hacia tierra, de tal modo que no cause daños a las personas, equipos o
construcciones. Pero... ¿Cómo funciona?
El pararrayos se debe instalar siempre 3 metros por encima del equipo o estructura a proteger más alto, éste se encargará de atraer y canalizar de forma segura la descarga del rayo a tierra. Para poder captar dicha descarga, los pararrayos
disponen de una punta y un cuerpo metálico que están conectados mediante un cable de bajada a un sistema de puesta a tierra de baja impedancia (por norma debe ser menor a 10 Ω) en donde se disipa la descarga del rayo.
El pararrayos fue inventado en 1753 por Benjamín Franklin. El primer modelo se conoce como “pararrayos Franklin”, en homenaje a su inventor.
Sin embargo en SYSCOM® manejamos distintos pararrayos con tecnologías más avanzadas y con mayor rango de protección, que los pararrayos convencionales.
Por otro lado los apartarrayos son un dispositivo que se encuentra interconectado establemente en el sistema, se conecta entre línea y tierra, consiste básicamente de elementos resistores en serie con gaps o explosores.
Su principal elemento activo son los varistores de óxido metálico, cuya característica principal es su no linealidad. Cuando está trabajando a voltaje nominal, la corriente que fluye a través de éste es de aproximadamente 1 mA. A medida que el voltaje aumenta, su resistencia disminuye drásticamente, permitiendo que fluya más corriente y que la energía del sobrevoltaje se drene a tierra.
Su funcionamiento es más similar a un supresor de picos que a una punta de protección atmosférica.
Algunas veces existe una gran confusión entre estos 2 equipos, sin embargo, como pudimos observar son dispositivos totalmente distintos.
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