Cada vez más, los consumidores adquieren un segundo adaptador, como alternativa a tener que transportarlo consigo; por ejemplo: ¿Por qué no tener uno en casa y otro en la oficina y evitar el acarreo de un lado a para otro?, o ¿Por qué no poder contar con un adaptador más pequeño y ligero para los viajes y vacaciones?
Lo único claro es que hay una gran diferencia entre adaptadores baratos y los de buena calidad, y eso es algo que vamos a explicar más detalladamente a continuación; son estos detalles donde se puede comprobar que a menudo lo barato sale caro, por ejemplo: cuando su equipo de 12 mil pesos se va a la basura por haber gastado 50 pesos en un adaptador y sin garantía.
Sin embargo, lo que sí es determinante para la salud de nuestro equipo, es controlar los valores de carga. Vamos a aprender a interpretar la etiqueta que acompaña a todo componente eléctrico, y así saber lo que es más conveniente para nuestro aparato.
Parámetros de entrada
¿Qué pasa a la larga, si a un teléfono que requiere una alimentación de 5 Vcd, se le enchufa un cargador de 4 V (por debajo) o de 6,5 V (por encima)?; ¿Se quema, o se queda sin carga?, o si requiriendo 2 A, ¿Se alimenta con 0,5 A (por debajo), u otro de 4 A (por encima)?.
Lo anterior son preguntas básicas, pero que sin embargo no suelen tener una respuesta creíble al momento, o con la suficiente antelación como para llegar a un punto de no retorno; esto no depende del adaptador sino del aparato que se va a cargar. Depende de como haya sido diseñado cada aparato; algunos de ellos con calidad, tienen un rango de entrada con una tolerancia grande y admiten un ±80% de margen.
Pero diseñar y fabricar un circuito de carga con una tolerancia grande cuesta más dinero, por lo que los dispositivos baratos son los que probablemente tendrán más problemas.
Pero diseñar y fabricar un circuito de carga con una tolerancia grande cuesta más dinero, por lo que los dispositivos baratos son los que probablemente tendrán más problemas.
Lo mejor sería ir por partes. Así, en cuanto al voltaje, «si no se alimenta con el adecuado (da igual que sea por exceso o por defecto), lo más probable es que el aparato no cargue; si no tiene circuito de protección, quizás incluso deje de funcionar».
Respecto al amperaje, en el supuesto de que un equipo requiera 2 A y se le alimenta con 0,5 A por debajo, «es probable que funcione, pero la recarga durará mucho más tiempo.
En cuanto a la potencia real (también llamada máxima potencia: V x A = W), en la práctica es más importante que la potencia de pico, la cual sólo puede mantenerse unos 10 ms, por lo que este dato puede engañar al usuario. «Tener un adaptador con menor potencia que la requerida por un portátil, no es un gran problema, pero la carga de la batería será más lenta de lo normal».
Lo que queda claro es que una fuente de calidad tiene un rango de tolerancia mucho más grande, por lo que las fluctuaciones del suministro eléctrico le afectarán mucho menos, y a la larga incluso será más eficiente en materia de consumo.
Certificaciones de seguridad y eficiencia
Obviamente, cuantos más controles y tests haya pasado un producto, mejor. El sello CE es el requisito estándar en Europa, aunque cualquier fabricante puede utilizar la etiqueta CE, ello no garantiza en absoluto que el producto haya superado realmente una prueba de seguridad.
Los adaptadores también tienen diferentes niveles de eficiencia y esto afecta a la cantidad de energía que consume un portátil. Si un adaptador cumple los requisitos de Energy Star en Europa (o la California Energy Comission en EEUU, por ejemplo), podrán encontrar una referencia visible en la parte posterior del adaptador, como por ejemplo, «Efficiency Level IV» (eficiencia del 85%; consumo en modo standby inferior a 0,5 W). «Aunque no lo crean, una mayor eficiencia y menor ratio en modo standby implica ahorrar en la factura eléctrica».
Los adaptadores universales
Llegados a este punto, surge la pregunta del millón: ¿No podría reordenarse todo de una forma más sensata, y por ejemplo, disponer de un cargador universal que valiese para todo, y simplemente tener que intercambiar el enchufe de entrada y el conector de salida, ahorrando trastos en la maleta de viaje?
En realidad, los cargadores así ya existen, que pueden cargar cualquier portátil (de 15 a 21 V) y tiene una salida USB para móviles, PDA, MP3, etc.
En cuanto a conectores, la luz se ve al final del túnel, pues la UE ya ha puesto solución al problema de los cargadores de móviles: a partir del 2012 ¡todos los teléfonos se cargarán a través de un conector micro-USB, independientemente de la marca!
Pero ya puesto a imaginar en un futuro mejor, ¿Se podría pensar algún día en una especie de recarga tipo wireless? Es un poco fantasioso, pero queda bien en una novela de sci-fi y mejor en un mundo sin cables. «Ya se puede cargar a través de inducción a distancias cortas, pero es lento, costoso y poco práctico. Igual para entonces, en esto nuevo, se está trabajando para que baterías se autorecarguen del aire y nunca se mueran.
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