El
pequeño país centroamericano se supera a sí mismo: en 2017 la producción de
energía renovable cubrió el 99.62 % de las necesidades eléctricas. Una cifra
que también supera los récords de 2015 y 2016.
Por tercer año consecutivo, el
país cubrió su consumo eléctrico casi exclusivamente gracias a fuentes
renovables. Así lo confirma el Instituto Costarricense de Electricidad (Grupo
ICE), la empresa estatal responsable de los servicios de electricidad y
telecomunicaciones, los datos del Centro Nacional de Control de Energía
muestran claramente que Costa Rica lleva 300 días utilizando sólo energía
limpia.
Esta cifra es aún mejor que las de 2015 y 2016, años en los que las
energías renovables habían alimentado al país 299 y 271 días respectivamente.
Un registro que sigue
sorprendiendo a pesar de todas las particularidades del caso. La nación, de
hecho, tiene sólo 4,8 millones de habitantes, que es poco más de la mitad de
los ciudadanos de Londres, y las enormes centrales hidroeléctricas hacen la mayor parte del trabajo.
Hoy en día, el 78.26% de la electricidad utilizada a nivel nacional proviene
del agua.
La combinación también incluye el
10.29% de la energía eólica, el 10.23% de la energía geotérmica y el 0.84% del
sol y la biomasa. En otras palabras, las fuentes renovables satisfacen el 99.62%
de las necesidades eléctricas del país, por otro lado la energía eólica es uno
de los sectores en pleno desarrollo.
La tendencia de crecimiento desde 1996 (el
año del primer parque eólico en Costa Rica) hasta la fecha ha experimentado una
pequeña pero consistente aceleración. Tanto es así que, según el JEV, 2017
puede considerarse como el año más importante para la generación de energía
eólica en la historia nacional, con 1.015 gigavatios hora generados por los 16
parques eólicos instalados en el territorio.
Obviamente, el tamaño y el medio
ambiente ayudan mucho al pequeño país sudamericano que no está dispuesto a
dormirse en los laureles. El Gobierno se ha fijado un objetivo claro para 2021:
llegar a ser completamente neutros en cuanto a las emisiones de carbono.
El
plan también incluye al transporte. En el congreso hay dos propuestas
legislativas para la movilidad alternativa que, si se aprueban, introducirían
exenciones fiscales a la importación de coches eléctricos, crearían una red
nacional de estaciones de recarga y obligarían a la electrificación de una
parte del parque automovilístico público.
También es el primer país que ha
firmado un acuerdo con la aerolínea holandesa KLM para reducir las emisiones de CO2 de la
aviación.
La energía eólica suministra
actualmente más del 3% del consumo mundial de electricidad y se espera que para
2020 se supere el 5%. A más largo plazo (2040) la agencia internacional de la
energía prevé que la potencia del viento pueda cubrir el 9% de la demanda
eléctrica mundial.