Generalmente cuando se habla de sistemas de detección de incendio, casi en automático pensamos en humo, temperatura y fuego.
Siempre se dejan en segundo plano a los gases tóxicos, como el monóxido de carbono, que pueden poner en riesgo vidas humanas, eso quiere decir que el análisis de riesgos se está tomando muy a la ligera o fue inadecuado. Esto ha provocado que en los últimos años el número de incidencias fatales haya crecido de una manera alarmante.
Como es bien sabido, el sistema de detección de incendio tiene como principal vida el salvaguardar vidas humanas. Pero, ¿Y qué tiene que ver el monóxido de carbono con un sistema de detección de incendio? Para resolver esta pregunta es necesario resolver otras preguntas que tal vez no se ha planteado.
¿Qué es el monóxido de carbono?
Es un gas tóxico, inodoro e incoloro, generado por la combustión incompleta de combustibles como carbón, madera, aceite, gas propano, queroseno y gas natural.
¿Cómo afecta la exposición a monóxido de carbono?
Al estar expuesto al monóxido de carbón, las partículas generadas de este gas se adhieren a la hemoglobina que fluye por el torrente sanguíneo, la cual se encarga de transportar oxígeno hacia los órganos del cuerpo, haciendo así que en lugar de oxígeno, llegue monóxido de carbono, envenenando el cuerpo.
Al estar expuesto a tan sólo 800 partes por millón durante 45 minutos, se comienzan a experimentar náuseas, mareos, dolor de cabeza y desorientación. Pasadas 2 horas, la pérdida de la consciencia es inminente. A 1000 partes por millón la pérdida de la consciencia es inminente tras transcurrir una hora de exposición al gas.
A 6400 partes por millón, las náuseas, mareos, dolor de cabeza y desorientación se presentan tras transcurrir únicamente dos minutos de exposición al gas. La pérdida de la consciencia y riesgo de muerte se presentan tras 15 minutos de exposición al mortífero gas.
¿Cuáles son las principales fuentes generadoras de monóxido de carbono?
Sistemas y aparatos de calefacción, equipos eléctricos de alto consumo, motores a combustión, chimeneas, hornos de gas, siendo los sistemas y aparatos de calefacción las fuentes que más generan este letal gas.
Habiendo visto todo esto ya tiene mucho sentido que el sistema de detección de incendio tenga que ver con el monóxido de carbono, ya que este es generado por una combustión incompleta y pone en riesgo vidas.
SILENT KNIGHT® de Honeywell® tiene esto muy claro y cuenta con sensores multicriterio dentro de su catálogo de productos para sus dos líneas Intelliknight y Farenhyt, siendo estos los SKFIRECO para Intelliknight (paneles 5808 y 5820XL) e IDPFIRECO para Frenhyt (paneles IFP1000/ECS e IFP2000/ECS).
Estos sensores tienen la capacidad de detectar humo, temperatura, fuego y el asesino silencioso monóxido de carbono, además en conjunto con la base sonora B200S tiene la capacidad de notificar de manera audible cuando alguna detección ocurra.
Gracias a la tecnología de SILENT KNIGHT® de Honeywell® esta notificación puede ser de manera local (solamente en el sitio donde ocurra detección) y/o general en caso de que la activación de otro sensor en un lugar externo deba activar esta base sonora, evitando múltiples cableados que resultan costosos y difíciles de dar mantenimiento, además de mejorar el aspecto del sitio donde se instalan.
Todas estas tecnologías combinadas lo convierten en la mejor alternativa para aplicaciones como guarderías, hoteles, hospitales, universidades y muchos más.
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